Caminando por nuestra Talavera nos cruzamos con una cara conocida de las Redes Sociales, es Marcel García, un influencer que se ha convertido en vecino de la zona: «Me encanta Talavera de la Reina y su comarca».
Activo y dispuesto como se le ve en redes, preguntamos a Marcel García sobre su historia y nos cuenta sin tapujos.
¿Quién es Marcel García?
Digamos que en la faceta profesional es un youtuber, influencer… No sé muy bien cómo definir esto. Una persona que comunica sus ideas. En el año 2018 (también soy cantautor) saqué una canción llamada «Transfobia», la cual generó mucha polémica y a raíz de aquello vi necesario defenderme tanto a mí mismo como a mis ideas.
«Transfobia» era una canción que reivindicaba la heterosexualidad en un momento en el que yo sabía que era polémico hacer esto. Se trataba de una sátira en tono humorístico, pero cuando esta canción explotó, llegó a los sectores LGTBI y al más «progre» de la sociedad. Entonces vinieron a por mí con todo: me rastrearon, denunciaron, buscaban donde vivía… Se preguntaban de dónde salía este tío. En ese momento aún no había una línea tan clara marcada de disidencia como ahora.
A día de hoy, VOX ha abierto una brecha… Cosas que antes la gente pensaba pero no decía por miedo a ser criticado, han comenzado a comentarse.
«A partir de se momento, yo dije: -¿Cómo puede ser que todo el mundo lo piensa y nadie lo diga?. Y lo que empezó como un chiste, como una broma, una parodia, acabó siendo un trabajo.»
Tras mucha investigación, mi trabajo actual consiste en explicar el por qué de todo esto y divulgarlo. Mostrar cómo a partir de la difusión de ideas que presentan como «buenas y libres», las élites configuran el pensamiento de la sociedad, apoyados por los medios de comunicación que trabajan para ellos.
Quién hay detrás, por qué lo hacen, cuál es el objetivo final de todo esto…
Para defenderme del acoso debí de investigar y encontré que hay varios frentes abiertos que van de la mano, por ejemplo el feminismo actual; investigué y al hallar los objetivos reales de todo esto tenía que hacérselo saber al mundo. Hasta el día de hoy, me muevo en redes sociales, entrevistas de tv y otros canales como radio, conferencias, charlas… En todas partes, estoy dispuesto a defender la verdad.
¿Tienes algo en contra de la homosexualidad o transexualidad?
Estoy en contra del adoctrinamiento, de no poder hablar del tema, de que a los niños se les meta ideología en su cabeza… Está demostrado y así lo dicen los profesionales de la psicología, que es inadecuado para los chavales recibir ese bombardeo «arcoiris» a esas edades. Que fuercen a los padres a mantenerse al margen y no se requiera de su consentimiento para que los hijos reciban esas clases de «educación» afectivo-sexual, etc.
El arte siempre ha causado polémica, pero no desataba acoso por ser tomado como sátira. Si no te hubieran presionado, ¿ahora serías el mismo o te dedicarías a otra cosa?
Creo que todo pasa por algo en la vida. Nunca hubiese esperado acabar dedicándome a lo que me dedico. Sin duda, no estaba en lo que yo consideraba mi «hoja de ruta». Pero así es la vida. Si uno está abierto a aceptar la verdad y a vivir acorde a ella, siendo coherente e íntegro, pues sólo hay que dejar fluir y confiar en que todo ocurre por algo. Considero que estamos viviendo un momento clave en la historia y que ahora es cuando hay que librar la batalla.
Me considero una persona noble en cuanto a mi juicio, quiero ser justo. Si algo me parece injusto, creo conveniente expresarlo, por lo menos que alguien me lo explique. Respetuosamente, pero ¿por qué tendríamos que permanecer callados cuando algo no nos parece correcto?
¿Cambiaron las cosas desde que iniciaste la batalla cultural?
Sí, claro. En lo artístico muchas puertas se cierran cuando uno toma esa decisión, pero también muchas se abren y eso es lo bonito que está ocurriendo estos días. No sólo conmigo, sino con muchas personas que hacen lo mismo que yo. Vas viendo que, de golpe, se van sumando efectivos y eso te reconforta porque dices: ¡no soy el único que lo ve! No estoy sólo y se están animando a hablar al ver que ellos tampoco lo están.
«Hay mucha gente que piensa como tú, que está dispuesta a escuchar una opinión diferente a «lo establecido». Parece que en la sociedad actual se establece una forma de pensamiento única y como uno se salga un poco de esa línea en cualquier tema, esa persona merece ser desterrada y todo el peso de la sociedad alienada tiene que caer sobre ti. Todo el mundo te señala y sientes y vives claramente la discriminación. Eso provoca que la gente viva con miedo.»
Eso es contra lo que hay que luchar. Muy pocos medios de comunicación apuestan por la libertad. Los grandes medios reciben subvenciones precisamente del gobierno que, a su vez, utiliza el dinero público para «comprar» la opinión pública.
Porque, ¿cómo desarrolla la gente su opinión? Pues no perdiendo mucho tiempo investigando sobre el tema que sea. Nos creemos un titular, miramos una miniatura y sacamos una conclusión con cuatro datos que nos han puesto delante de la cara de forma intencionada con el único fin de manipularnos. Los medios de comunicación tienen muchísimo poder. Por eso, cuando alguien como vosotros que sois un medio local, te permite decir lo que piensas, yo estoy dispuesto y agradezco colaborar. No hay muchos medios que tengan los valores y el coraje de remar contra corriente.
¿Por qué elegiste nuestra zona para vivir?
Mireia (mi esposa) y yo estuvimos en Madrid 3 años, hasta que llegó la pandemia y vimos que las cosas cambiaban. Estábamos con el teletrabajo y aunque yo ya me dedicaba en exclusiva a lo que hago, Madrid es caro y estábamos en una situación donde queríamos estar cerca de la capital, porque ahí están los grandes medios para entrevistas, colegas, la gente, el meollo del asunto… Y buscando cerca, encontramos en la zona de Talavera una oportunidad de inversión y aquí nos quedamos. Como estamos cerca de Madrid, nos movemos con fluidez. Talavera de la Reina es una ciudad muy bonita y, además, hemos visto que, por lo general, la gente aquí conserva una esencia acogedora que se ha perdido en muchas partes. En Cataluña, por ejemplo, solemos ser un poco más fríos.
¿La monetización de tus videos te da para vivir?
Vivo de la gente que me apoya y me dona periódicamente, aunque sean cantidades pequeñas. A mí me es muy difícil vivir de las redes sociales. Cuando hablas de los temas que hablo yo, muchos vídeos se desmonetizan, algunos directamente se censuran y eliminan al ser denunciados por gente que no tolera opiniones distintas a la suya. Yo vivo fundamentalmente de los patrocinadores, gente que me paga porque entiende y apoya mi trabajo.
¿Crees que bajo el pretexto de la mal llamada «igualdad» se pretende mermar la familia y con ello la natalidad?
Por supuesto. Se está buscando deteriorar la estabilidad en las relaciones heterosexuales, fomentando la desconfianza entre la mujer y el hombre, la única combinación «no estéril», por cierto. Mireia, como psicóloga, empezó su actividad «online» precisamente porque ve el sufrimiento que genera esa inestabilidad en las relaciones de pareja, la baja autoestima, los altos niveles de estrés generalizados… La gente está pasando por momentos duros a nivel anímico.
Con las parejas ocurre que la desconfianza y el miedo al compromiso es brutal. Comienzas una relación asumiendo que tiene fecha de caducidad. También se «demoniza» la imagen del hombre y nos pintan a todos como violadores. Hacen esto mientras que, a los que lo son de verdad, les rebajan las condenas…
Al final este clima de desconfianza entre hombres y mujeres acaba teniendo su impacto en la natalidad. En España muere más gente de la que nace y no parece que esto vaya a cambiar.
Como no tenemos hijos, pues se opta por llamar a forasteros que vengan aquí para cubrir esas «vacantes», de hecho, es la excusa perfecta. Aunque, en muchos casos, su cultura es otra y no se les integra, ni ellos buscan integrarse. Todo está muy bien ligado, muy bien conectado. No son fenómenos aislados: no va el tema del feminismo por allá, el tema de la inmigración por acá… No… Todo forma parte de una misma estructura, de un mismo plan. Y se está ejecutando desde la política, no sólo en España, si no en todo el mundo occidental, con los medios de comunicación como cómplices, pues como dije, están supeditados a los gobiernos y cumplen con su deber.
¿Cómo esa gente puede dormir sabiendo lo que están provocando? Por culpa de ellos, muchas familias están sufriendo y están manteniendo a la sociedad en la mentira, preocupados por cosas que no tienen importancia mientras ignoramos las amenazas que de verdad la tienen.
¿Entonces debemos ver todo negro y asumir que el estado del bienestar ha terminado?
Eso sí que no. Cuando descubres cómo funcionan algunas cosas, corres el riesgo de caer en depresión y convertirte en un pesimista. Lo digo en primera persona porque algo así me pasó a mí y le pasa a mucha gente. Conforme vas descubriendo cosas y ves hasta qué punto puede llegar la maldad de algunos, uno puede querer taparse los ojos y decir: «Yo no quiero saber nada de todo esto».
Pero debemos hablar de los temas y revisar todo lo que sirve para configurar la opinión pública: los programas de tv que vemos, los titulares que leemos… Ahí te meten la ideología y debemos identificarla y dejar de consumir eso. Esta es una de las claves.
«Es hora de librar la batalla de las ideas y recuperar nuestra identidad.»
Los que tienen el poder son expertos en ingeniería social, en psicología de masas, pero la gente buena somos muchos.
El riesgo es que muchos optan por decir «yo voy a lo mío y que me dejen estar». Eso es malo, pues si no hacemos resistencia, ¿de qué nos quejamos? Tiene tanta culpa el que defiende fervorosamente ideas sin saber en realidad de lo que habla, como aquellos que, sabiendo la verdad, se callan delante de los promotores de la mentira.
Hay que despertar ese guerrero que tenemos dentro y, desde el respeto y sin violencia, hablar claro. Atreverse a decir la verdad.
Eres muy crítico con la famosa «ley trans» cuya redacción actual permite autodeterminarse a partir de 14 años sin aval de un juez ni de tus padres.
Sí. La ideología de género es una de las grandes amenazas del momento. Van contra toda evidencia científica y les da igual. Los psicólogos y psiquiatras valientes por fin hablan claro. Lo que están haciendo dará lugar a una auténtica masacre de niños, confundiéndoles en una etapa de su vida en la que aún están desarrollando su identidad. Les confunden e inducen a hormonarse y someterse a cirugías brutales que son irreversibles. Es de sentido común que en la cabeza de un niño ocurren muchas cosas. Y, pese a decir tener disforia, aunque le extirpes sus genitales por convencimiento, cuando crezca, sus hormonas cambian y cuando se supera la adolescencia en muchos casos la disforia desaparece. Hay multitud de personas contando su caso y cómo se han arrepentido después. En mi canal de Youtube tengo testimonios brutales.
También hay muchos suicidios en los «trans» operados. El progresismo te dice que es por la transfobia de la sociedad, es mentira. Muchísimos profesionales de la salud desmienten eso. No sólo lo dice la iglesia, si no psiquiatras, psicólogos y toda la gente cuerda sabe no puedes tomar en serio a un niño cuando te dice que es un «Power Ranger»… Si te dice que es una niña, ¿entonces sí?
Muchas gracias por tomar tu tiempo con nosotros Marcel y bienvenido a nuestra bonita ciudad.
A vosotros, ha sido un placer conoceros.
Encuentra a Marcel García en redes sociales:
Youtube: @MarcelGarcia
Instagram: @marcelgarciaoficial
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