La primera foto esta tomada en la embocadura de la calle carnicerías desde la Plaza del Reloj. Esta calle, que separaba la villa del segundo recinto amurallado, fue una de las más reformadas de la ciudad hasta tomar el aspecto que hoy tiene. Podemos ver que los transeúntes pasean a su antojo por las calle sin apenas trafico que le dificulte el camino. Los edificios han cambiado notablemente, dejando paso a numerosos establecimientos y comercios de todo tipo.
Podemos apreciar que no podemos encontrar ningún edificio que mantenga su estructura como antaño, aunque hemos de reconocer que la perspectiva no difiere de manera exagerada en la alteración cronológica. Lo que posiblemente si podemos asegurar es que donde antes las personas cruzaban a su antojo ahora se encuentra el semáforo más esperado de la ciudad.