Talavera llegó a poseer tres recintos amurallados de los que apenas se conservan unos lienzos de murallas del primer y segundo recinto. Donde mejor puede apreciarse esa ciudad fuerte es en la calle Carnicerías, se ven los restos del primer recinto que estaban adosados al antiguo alcázar (S.X). Pero lo más paradigmático son las torres albarranas, edificadas en mampostería y con un altura de 27 metros, estas construcciones defensivas datan del siglo XIII y su objetivo era enlazar los dos primeros recintos amurallados y crear una barrera inexpugnable.
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