El industrial zapatero talaverano Fidel Fernández Mazuecos tenía el deseo, por simpatía, de regalar unas botas españolas al presidente de EE.UU. Dwight D. Eisenhower, hechas de piel de ternero, cortadas y cosidas a punto de cuchilla, llevando en la caña el escudo imperial toledano, motivos taurinos en el centro y la bandera española en los pespuntes. Por motivos de protocolo y normas de la administración, no pudo lograr enviar su presente a América, pero en 1959, cuando Eisenhower visitó España, el embajador Areilza comunicó a Mazuecos que había llegado la oportunidad de cumplir su deseo y así lo hizo. De ese modo, el presidente Eisenhower dispuso de unas magníficas botas donadas por un talaverano.
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