En los recuerdos de antaño de Talavera de la Reina, una historia peculiar destaca entre las sombras de los Jardines del Prado: la creación ingeniosa de un sistema de bombeo de agua por parte de Fulgencio Fernández, conocido cariñosamente como «Milésima». En aquellos días, un pozo cercano a la Fuente de las Ranas abastecía los depósitos de agua utilizados para el riego en la zona.
La carencia de medios: Un desafío para «Milésima»
En tiempos en los que la tecnología moderna aún no había llegado a su apogeo, vaciar el pozo requería ingenio y creatividad. Ante la ausencia de un grupo electrógeno, Fulgencio «Milésima» Fernández asumió el desafío de encontrar una solución utilizando los recursos disponibles en aquel entonces.
El ingenio en acción: Un Citroën transformado en bomba de agua
La mente ingeniosa de «Milésima» ideó un plan audaz: utilizó un viejo Citroën, una reliquia que una vez perteneció a los Ruiz de Luna, como la pieza central de su invento. Con habilidad y determinación, estacionó el vehículo, retiró la rueda trasera y acopló una correa para crear una rudimentaria pero efectiva bomba de agua.
El éxito de la invención: Sacando agua del pozo con creatividad
El plan de «Milésima» resultó ser un éxito sorprendente. Con su ingeniosa creación en funcionamiento, el agua fluía del pozo a los depósitos, asegurando un suministro constante para el riego de los Jardines del Prado. Su hazaña demostró que, incluso en tiempos de escasez de recursos, la creatividad y el ingenio podían superar cualquier obstáculo.