Este religioso talaverano tomó el hábito de la Orden de San Jerónimo en el Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial el 10 de octubre de 1656. Fue pasante de novicios y catedrático de Artes. También fue nombrado visitador de Castilla, predicador del rey, examinador sinodal del arzobispado de Toledo, calificador de la Inquisición, y ostentó por tres veces el cargo de prior del Monasterio del Escorial. El 2 de febrero de 1696, el rey Carlos II le honró con el obispado de Cádiz, puesto que desempeñó hasta su muerte, acaecida en dicha ciudad el 18 de diciembre de 1714.
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