El lunar común es conocido en el medio sanitario por nevus. Un lunar común, es un bulto generalmente pequeño que aparece en la piel y que suele ser de distintas tonalidades pasando del rosa al castaño oscuro. El color de los lunares también depende del color de la piel de la persona que los tenga así las personas de piel muy blanca tendrán nevus rosados o marrones claros y las personas morenas marrones claros y oscuros. Las personas de color negro tendrán nevus negros intensos o de color azulado.
Existen otros lunares o nevus displásicos que salen de la morfología normal siendo sus bordes asimétricos, suelen ser grandes y planos. La presencia de múltiples nevus, displásicos o no, en una misma persona aumenta el riesgo de tener un melanoma, pero no todos los nevus se convierten en melanomas. Si el color, el tamaño, la forma o la altura de un lunar cambia así como si aparece quemazón, empieza a sangrar o a exudar, se debe consultar al médico.
La única forma de diagnosticar un melanoma es haciendo una biopsia del mismo, mediante la extracción de tejido. Las células que dan color a los lunares son los melanocitos. Algunos son de nacimientos otros aparecen en la niñez pero tienen su mayor esplendor en la edad adulta e incluso algunos desaparecen en la vejez. El melanoma es el tipo más grave de cáncer de piel.
Los nevus suelen estar en zonas expuestas al sol y por encima de la cintura es raro que se encuentren en el cuero cabelludo en senos o en las nalgas pero no imposible. Sin embargo los nevus displásicos si suelen aparecer en zonas expuestas y no expuestas al sol, siendo de principal incidencia en espalda senos y cuero cabelludo. A mayor número de nevus displásicos mayor posibilidad de presentar un melanoma. No es necesario extirpar todos los nevus que tengamos en el cuerpo porque ello no evita tener un melanoma puesto que este pudiera aparecer como cualquier otra zona coloreada en la piel.
El médico decide cuál de los nevus son susceptibles de extirpación. Si todo el mundo deberá protegerse de los rayos solares mucho mayor es la necesidad de hacerlo aquellas personas que cuentan en su cuerpo con nevus displásicos o no , así como de las cámaras bronceadoras para proteger la piel y evitar las quemaduras. Aquellas personas que tienen en su cuerpo nevus displásicos se han de hacer reconocimientos por el médico al menos dos veces al año.
¿Qué personas son susceptibles de tener nevus displásicos y más posibilidades de tener un melanoma?
Pues, aquellas que teniendo en su cuerpo una cantidad importante de nevus displásicos y que además no cuidan con interés la piel en la que están envueltos. Si tenemos un nevus en el cuerpo y nos parece que cambia aprovechemos las tecnologías, hagamos una foto del mismo y la repetimos en uno, dos o tres meses así veremos su evolución y podremos enseñar al sanitario la evolución en el tiempo.
Recuerda que el dermatólogo es el especialista en este órgano tan importante que es la piel y que nos protege y aísla de los agentes externos, hagamos las visitas y revisiones oportunas y, por supuesto, un nevus también puede ser atractivo y sensual, no siempre ha de ser algo maligno.