Conoce los peligros y riesgos de la Oruga Procesionaria
La Procesionaria del pino es una mariposa nocturna que en su estado larvario se le conoce como oruga y se alimenta de material vegetal, más concretamente de las acículas de pinos y cedros. Causan defoliaciones que ralentizan el crecimiento del árbol, debilitándolo hasta su muerte.
La oruga procesionaria es el principal enemigo de los pinares españoles. En estas fechas nos encontramos al comienzo del desarrollo larvario, donde sólo se alimentan de las partes tiernas, apareciendo los pinos salpicados de acículas semi-secas de color amarillento, con finos excrementos en una maraña de hilos de seda en la base de la acícula. Con el desarrollo de las larvas los daños se van haciendo más intensos, de forma que las acículas se secan completamente y caen.
En invierno, las orugas soportan el frío diurno dentro de los característicos “bolsones”, pero al caer la tarde salen a alimentarse.
Con la llegada del buen tiempo, las colonias descienden de los árboles formando las características hileras para enterrarse bajo la tierra. Estas procesiones siempre son guiadas por una hembra.
siXsa, como empresa autorizada de control de plagas, advierte del peligro que entraña su presencia y aconseja a los propietarios de fincas, urbanizaciones y jardines mantengan los árboles en un estado fitosanitario adecuado para evitar posibles focos de infestación. La mejor forma de evitar tan indeseada plaga es anticiparse y tatar los árboles en estas fechas antes de que llegue el frio; actuando en su etapa larvaria.
Peligrosas aún sin tocarlas «un pelo»
Están recubiertas de unos pelos urticantes que producen reacciones alérgicas. No hace falta tocar directamente la oruga para sufrir sus efectos: sus pelos “flotan” en el ambiente al ser lanzados a modo de dardos cuando se sienten en peligro.
En el pinar y el parque de nuestra ciudad: precaución
Cada vez es más común en pinares, parques y jardines de nuestras ciudades. Las suaves condiciones del invierno propician que prolifere y cause importantes daños, lo que aumenta el riesgo de severas urticarias o alergias en humanos y hasta la muerte en animales domésticos.
Por todo ello, es de especial importancia la intervención de empresas especializadas en el control de esta plaga.
Los métodos habituales que se utilizan son la endoterapia (inyección del biocida directamente al árbol enfermo), la destrucción de los bolsones, el empleo de trampas de feromonas, la instalación de barreras físicas o el empleo de productos químicos, dependiendo siempre de la fase de desarrollo en la que se encuentre la plaga.
Fuente: www.anecpla.com