Las murallas de Talavera

El concepto medieval de ciudad iba unido a la existencia de murallas y Talavera de la Reina llegó a contar con tres recintos amurallados. El primero era el que rodeaba la Villa; de origen musulmán pero probablemente sobre una anterior cimentación romana, lo que parece sugerir la utilización de lápidas romanas como materiales de construcción.  Esta obra debió de ser impresionante, pues las antiguas crónicas describen a Talavera como una ciudad perfectamente fortificada y es de este recinto del que más restos quedan, aunque desgraciadamente las monumentales puertas que daban acceso a la villa fueron derribadas entre el siglo XIX y principios del  XX, como fue el caso del Arco de San Pedro o la Puerta de Mérida, unas construcciones que, de haberse conservado, hubieran sido una verdadera atracción turística. Tras la reconquista cristiana (siglo XI) se reforzaron estas murallas y, ante el temor a la invasión de los almohades, en el siglo XIII se levantaron las impresionantes torres albarranas, grandes elevaciones de planta rectangular y elevadísimos arcos que servirían para hacer más inexpugnable la villa.

Curiosamente, uno de los símbolos de Talavera es la torre albarrana, que figura en su escudo junto a dos toros o bueyes. Actualmente quedan varias de estas torres en pie, siendo impresionantes las de la calle Carnicerías, así como las del Charcón. También en la Edad Media surge el segundo recinto amurallado, que se construye como una necesidad ante el crecimiento urbano de la ciudad y de la que quedan algunos restos, entre ellas la Puerta de Sevilla, la única de las puertas que daban acceso a Talavera que queda en pie. Finalmente hubo un tercer recinto, construido más por prestigio que por necesidad y cuya entrada principal fue la Puerta de Cuartos, de este recinto no quedan restos.  Actualmente los restos de muralla más impresionantes se pueden ver en las calles Carnicerías, donde aún puede verse una torre hexagonal, de época árabe, así como los restos de la fortificación del antiguo alcázar, el mismo lugar donde Leonor de Guzmán fue ajusticiada (1351) y que, con el tiempo acabó convertido en un huerto perteneciente a los frailes agustinos. Otro lugar donde pueden contemplarse las murallas con sus torres albarranas es en la calle Charcón, donde se unían el primer y segundo recinto amurallado y cercano a la Puerta de Mérida.   Esperamos que con  estas directrices pases una mañana agradable recorriendo Talavera.

 

 

 

Por David Fernández García. Licenciado en Geografía e Historia. Amante de Talavera y de sus raíces. Promotor Turístico.
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