El Enigmático Postigo «Vengamedel»

Entre las calles adoquinadas y la historia entrelazada de Talavera de la Reina, España, se encuentra una joya olvidada de la Edad Media: el postigo «Vengamedel». Aunque el tiempo ha cubierto gran parte de su gloria pasada, su nombre y su leyenda perduran como un testimonio de tiempos tumultuosos y de la fortaleza de esta ciudad amurallada.

Un pasaje a la historia

Hoy, en la calle del Cristo de la Salud, que da a la Portiña de San Miguel, podemos encontrar vestigios de una pequeña puerta o postigo que pertenecía al Segundo Recinto Amurallado de Talavera de la Reina. Este postigo, a menudo pasado por alto por los transeúntes modernos, lleva el intrigante nombre de «Vengamedel», cuya historia se remonta al siglo XIII.

La leyenda de «Vengamedel»

La leyenda de «Vengamedel» se teje en el conflicto familiar y político que envolvió a la España medieval. En 1284, el Príncipe Sancho, hijo del Rey Alfonso X «El Sabio», se rebeló contra su propio padre en busca de poder y control. Para mantener el control de Talavera, Sancho puso vigilancia en todas las puertas de la ciudad, creyendo que así evitaría cualquier intento de escape.

Sin embargo, una noche, un grupo audaz de caballeros logró burlar la vigilancia y salió de la ciudad para llevar a cabo un ataque sorpresa contra el ejército de Sancho IV. El resultado fue una victoria aplastante que provocó cuantiosas bajas en las filas de Sancho. Colérico, Sancho preguntó cómo había podido pasar y cuando le hablaron de un postigo por el que habían salido, él respondió: “¡Pues véngame de él!”.

Un legado que perdura

La historia de «Vengamedel» se ha convertido en un tesoro atesorado en la memoria de Talavera de la Reina. Más allá de la leyenda, esta pequeña puerta es un recordatorio tangible de la compleja historia de España y su lucha por el poder en tiempos turbulentos. A pesar de los cambios que la ciudad ha experimentado a lo largo de los siglos, el nombre de «Vengamedel» y su leyenda siguen siendo una parte integral de la identidad de Talavera de la Reina.

 

Por David Fernández García. Licenciado en Geografía e Historia. Amante de Talavera y de sus raíces. Promotor Turístico.
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