El baño es una parte importante del cuidado de nuestra mascota.
La mayoría de nuestros animales conviven en el mismo espacio de casa que nosotros. Debido a esto, es importante mantener una higiene adecuada, tanto para nosotros, como para ellos mismos.
A continuación, os damos una serie de consejos para hacer de la hora del baño un momento relajado, positivo y seguro.
- Es importante que acostumbremos a nuestra mascota desde pequeño al baño para que no resulte un momento traumático. Debemos elegir el lugar donde lo vamos a bañar con más frecuencia. (Bien sea un patio o jardín en verano o la bañera de casa en invierno). Una vez decidamos el lugar, podemos llevar a nuestro perro o gato ahí, y asociarlo con algo positivo dándole premios.
- No bañar con demasiada frecuencia. Si mantenemos la higiene de nuestro perro mediante un cepillado rutinario, podemos bañarlo aproximadamente una vez al mes. Si abusamos del baño, podremos destruir la barrera protectora natural de la piel de nuestras mascotas.
- Usar productos adecuados. El pH de la piel de los perros no es el mismo que el de las personas. Por este motivo, utilizar champú de uso humano puede ser muy perjudicial.
- Utilizar agua templada. Los perros tienen una temperatura corporal superior a la nuestra. Si utilizamos agua caliente podremos dañarlos.
- Tener precauciones con ojos y oídos: hay que tener especial precaución para que no le entre agua y jabón.
- Secar adecuadamente: esta parte es importante sobre todo en cachorros y en épocas de frío.
- Cepillarlo a medida: tras el baño, sobre todo en perros de pelo largo es muy importante cepillar.
Lo importante es que el momento del baño sea agradable para nuestra mascota y para nosotros.