¿Sabías que los perros tienen entre 200 y 300 millones de receptores olfativos, frente a los cinco millones de los humanos?
Gracias a esta impresionante capacidad, los juegos de olfato son retos fundamentales para combatir el aburrimiento y mantenerlos mental y físicamente equilibrados.
Aquí van tres juegos de olfato para perros sencillos de practicar.
La idea es que el perro siga el rastro de algo que hemos escondido hasta encontrarlo. Una vez hallado, será recompensado con mimos, caricias y algún que otro premio, generalmente alimenticio; para ellos es uno de los mejores trofeos.
1. ¿Jugamos al escondite?
– Con personas: puedes esconderte tu o alguien. El escondido puede echarle un cable, llamándolo por su nombre y añadiendo algunas palabras: “Toby, ¿dónde estoy?”.
– Con objetos: puedes elegir cualquier objeto, que no sea peligroso; deja que lo huela y luego escóndelo. También puedes jugar con tu perro a esconder objetos untados en comida húmeda o con trocitos en su interior.
2. Olfateando nuevos aromas
– Empieza usando frutas de olor intenso, como la piña o el melocotón.
– Corta un trocito, acércaselo a su hocico para que lo huela y escóndelo.
– También puedes incorporar bolas de su pienso habitual, trocitos de salchicha, pavo o pollo, e incluso queso, pedacitos de hortalizas, o verduras.
3. ¿En qué mano se esconde el premio?
– Sin que te vea tu perro, toma en una de tus manos una pequeña golosina y cierra los puños; pon ambas manos en tu espalda y llámalo.
– Cuando lo tengas frente a frente, deja que se acerque para olisquearlos y pregúntale dónde está el premio. En el caso de que no dé con el premio a la primera, abre la mano vacía y no lo recompenses.
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