Este año no cabe ninguna duda, el largo midi ha sido el principal protagonista.
Las faldas y los vestidos se alargan unos centímetros para hacernos viajar a los elegantes años 40. No ha sido fácil su incursión, pero ha pasado la barrera de llevarse solo en eventos especiales y muy protocolarios, hasta llegar al día a día más casual.
Antes de escoger una prenda con este largo, es necesario tener unos aspectos en cuenta; en primer lugar, es importante que el vestido, en este caso, se ciña a la cintura, ya que la sensación óptica será más alargada, y en segundo lugar, el zapato no debe ser plano o de estilo masculino, ya que hará nuestra figura más achatada, apostar por un tacón o botín alto es la opción más adecuada.
¿Te animas?