Los procesos productivos han cambiado en todo el planeta como consecuencia de las nuevas tecnologías. Los videojuegos se han conformado como un referente para implantar diversas técnicas asociadas a los mismos en otros campos cotidianos.
Cualquier persona cuando emprende una aventura empresarial sueña con que esta vaya bien y poder plasmar lo que tiene en la cabeza en la vida real. En un modelo económico como en el que estamos inmersos de manera generalizada, el objetivo de cualquier sociedad mercantil es el de maximizar su beneficio. Esta meta hay muchas maneras de llegar a él, pero lo ideal es implantar un plan que reduzca costes al máximo sin que esto perjudique a la producción y a conseguir cuanto más beneficio mejor, dejando de lado otros aspectos como el cuidado medioambiental.
El cómo llevar a cabo el modelo de negocio y cómo desarrollar esa idea, son aspectos que suelen estar muy influenciados por los avances tecnológicos y las herramientas que hay para su desarrollo, así como la imitación de técnicas implantadas por competidores directos que se han demostrado como acertadas. Entre ellas, la gamificación es la que más se ha implantado de forma generalizada en los procesos productivos, y se ha demostrado de forma contrastada que funciona.
Todo tiene un inicio en el mundo de los videojuegos. Algunos aspectos de estos productos de ocio eran trasladables a la vida cotidiana y laboral. Todas las actividades se retroalimentan de estos procesos, y muy pocos son los ámbitos que no se han sumado a esta nueva fórmula del éxito. Un claro ejemplo de ello lo encontramos en el mundo del casino en línea, tal y como recoge en un reciente estudio del blog Tragaperras Web.
La oferta existente en estos medios interactivos de juego presenta una gamificación clara que los hace más atractivos de cara a los millones de personas que acceden a estos servicios diariamente en todo el planeta. Todo este crecimiento tendencial se debe a un gran cambio radical con múltiples aristas: la experiencia inmersiva, la narración dentro del juego, la narración desarrollada, los sonidos, los colores o las recompensas entre otros. A todo ello hay que sumar la adaptación de toda esta oferta a los nuevos soportes tecnológicos existentes en mercado. Especialmente dispositivos móviles y tablets son aquellos que han ayudado de manera innegable a la implantación definitiva en todo el planeta de este tipo de ocio.
En este caso la gamificación es innegable, pero no solo se queda ahí. También ha servido para captar nuevos jugadores para que conozcan esta actividad, así como mantener a aquellos clientes más experimentados que utilizan estas plataformas de manera más asidua.
Esta exportación de procesos de los videojuegos ha llegado para quedarse y ser referente de un mercado laboral que implantará estas prácticas entre gran parte de los trabajadores de forma generalizada.