Cada temporada, las semanas de la moda nos ofrecen una ventana al futuro. No sólo se trata de prendas espectaculares o puestas en escena impactantes, sino de tendencias que, aunque parecen lejanas, terminan filtrándose a nuestro día a día. Y 2026 no será la excepción.
Desde París hasta Copenhague, pasando por Nueva York y Milán, las colecciones del próximo año revelan una mezcla potente entre nostalgia, funcionalidad y romanticismo contemporáneo. Pero no hace falta esperar a que lleguen oficialmente para empezar a adaptar estas claves a tu estilo personal. Aquí te contamos lo más destacado de lo que viene… y cómo empezar a llevarlo ya.
Transparencias suaves (pero con estructura)
Las transparencias seguirán siendo protagonistas en 2026, pero esta vez no como recurso sensual, sino como una capa estratégica de construcción visual. Se usarán en mangas, bajos de vestidos o incluso superpuestas sobre prendas más clásicas.
Cómo llevarlo: prueba con blusas o faldas de tul o gasa sobre básicos neutros. Un vestido lencero bajo una camisa de organza puede ser tu aliado para eventos de verano.
El poder del tailoring relajado
Los trajes regresan con fuerza, pero no rígidos. La silueta se relaja, los tejidos fluyen y la estructura cede espacio a la comodidad sin perder elegancia. Blazers cruzadas, pantalones amplios, camisas oversize… Todo en clave neutra y con pequeños detalles deconstruidos.
Cómo llevarlo: invierte en un traje fluido de lino o viscosa. Llévalo con zapatillas blancas, sandalias planas o incluso con top lencero debajo. El contraste es clave.
La estética “soft armor”
Sí, como suena. El nuevo año se construye desde la vulnerabilidad y la fuerza emocional. Prendas que parecen armaduras suaves: chalecos acolchados, hombros marcados en tejidos blandos, cinturones estructurales que definen sin oprimir.
Cómo llevarlo: empieza por un chaleco acolchado en colores tierra, o una chaqueta tipo bomber con corte escultórico. Lo importante es la sensación de abrigo con intención.
Paletas tierra con acentos ácidos
Beige, camel, terracota… pero combinados con toques inesperados como lima neón, rosa ciclamen o azul eléctrico. El contraste cromático aporta energía sin perder sofisticación.
Cómo llevarlo: añade un bolso vibrante o unos zapatos llamativos a tus looks más neutros. También puedes jugar con la manicura o los accesorios para incorporar ese color ácido sin arriesgar.
Tejidos artesanales y texturas vivas
El 2026 será el año de lo “sentido”. Piezas que parecen hechas a mano, materiales imperfectos, texturas ricas al tacto. Crochet, tweed, punto grueso, seda rústica… el foco estará en cómo se ve y se siente una prenda.
Cómo llevarlo: busca prendas con textura (un top de punto trabajado, una falda de ganchillo, una chaqueta de tejido nido de abeja). Acompañalas de piezas simples que las dejen destacar.
Las pasarelas han hablado, y el mensaje es claro: el futuro de la moda no es solo estético, también es emocional. Se trata de vestir desde el deseo de expresión, comodidad, historia y contraste. No hace falta esperar a 2026 para aplicar estas tendencias. Puedes incorporarlas poco a poco a tu armario, reinterpretarlas con tu estilo y adaptarlas a tu ritmo.
Porque la moda no es solo lo que viene… es lo que eliges contar hoy.