En la fachada oeste de la iglesia de Santiago el Nuevo, cerca de la esquina sur, se encuentra una pequeña piedra de mármol blanco que, probablemente, sea un fragmento de fuste de una columna romana o visigoda. Según la leyenda es un pedazo de piedra en la que se apoyó San Vicente cuando le llevaron ante el pretor Daciano en un templo que la tradición situaba en la actual Plaza de San Esteban. Desde luego esta piedra es un curioso caso de litolatría (culto a las piedras) en nuestra ciudad.
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