Historia

El ataque de lobos que aterrorizó Talavera en 1959

Una manada adelantada atacó el ganado en las cercanías de la ciudad, generando temor entre los vecinos y dejando una huella en la historia local

En septiembre de 1959, Talavera de la Reina vivió un evento impactante que aún se recuerda en la región. Los lobos, que normalmente se acercaban a la ciudad solo durante las frías noches de invierno, hicieron su aparición mucho antes de lo esperado. Una manada decidió adelantarse y, de forma sorprendente, llegó en pleno septiembre, lo que generó una gran preocupación entre los ganaderos de la zona.

El primer ataque se produjo en la finca «El Cornicabral», donde los lobos intentaron cazar el ganado. Los perros guardianes, alertas y valientes, lograron repeler la amenaza y evitaron que los depredadores causaran mayores destrozos. Sin embargo, los lobos no se dieron por vencidos. Se desplazaron hacia la zona de El Chaparral, donde atacaron a varias ovejas, causando grandes pérdidas para los pastores. La cercanía de los lobos a las zonas rurales de Talavera comenzaba a generar temor.

Los lobos continuaron su recorrido hasta la carretera de San Román, ya casi entrando en la ciudad. En ese lugar, en su último ataque antes de alejarse, devoraron a una cabra. Este hecho alarmó a los vecinos, ya que era inusual ver a una manada de lobos tan cerca del núcleo urbano. El riesgo para los animales y la población aumentaba con cada ataque, y los talaveranos temían que los lobos pudieran regresar.

Aunque el daño causado no fue devastador, el episodio quedó grabado en la memoria de los habitantes de Talavera. La acción rápida de los ganaderos y la valentía de los perros guardianes evitaron una tragedia mayor. No obstante, la inusual presencia de los lobos en septiembre dejó una sensación de inquietud en la población.

Este incidente se convirtió en un recordatorio de que la naturaleza puede sorprender incluso en épocas inesperadas. Los talaveranos recordaron este evento como un momento curioso y preocupante en la historia de la ciudad, y el miedo a que los lobos pudieran regresar permaneció durante mucho tiempo.

David Fernández

Por David Fernández García. Licenciado en Geografía e Historia. Amante de Talavera y de sus raíces. Promotor Turístico.

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