No puedo dormir, llevo varios días dándole vueltas a todo lo que me queda pendiente. No me decido por nada! No se que hacer, me han hablado de unas chicas en Talavera que se dedican a organizar bodas, Wedding Planner, creo que lo que en un principio quería hacer con muchas ganas ahora me queda grande ¡Dios! ¡Necesito su ayuda!
Como puede ser que Luis ya lo tenga todo! Me ha dicho su madre que estará increíblemente guapo, ufff es que mi niño es mucho niño… ¡ay!
Esto es increíble de verdad, ¿porque todo me tiene que pasar a mi?.
Ya está bien de todas esas experiencias de novias perfectas que una tiene que escuchar todos los días; que si yo he adelgazado mucho, que si yo he ido a Cancún y a Nueva York, que si a mi me lo han pagado todo, y un largo etc… Yo sin embargo cada día estoy más gorda, me como hasta lo que no se puede comer… he perdido el norte, no es que no quiera hacer un combinado de esos tan maravillosos, es que no tengo tiempo de saber que es lo que quiero, y tampoco me quejo de mi familia; ellos nos están ayudando en todo lo posible, en fin que me siento como Alicia en el país de las maravillas, perdida en un mundo nuevo. Dicen que una novia tiene que mirar su vestido con bastante antelación, yo soy de esas que empieza la casa por el tejado, como puede ser que tenga los zapatos, el restaurante, las invitaciones, las flores ¡y el vestido no! ¿Se lo que quiero? Pues no…
Para mi sorpresa hoy mis amigan han decido secuestrarme y llevarme a dar una vuelta por todos los sitios maravillosos de las mejores firmas en vestidos de novia. Dios mío si antes no lo tenía claro ahora menos…. Hemos entrado a más de 15 tiendas. Entre nosotros, no sabía que los vestidos pesaran tanto, me siento como una luchadora de sumo con algunos de ellos, o más bien como una barbie desatada, nose algo raro, unos con millones y millones de piedras brillantes, otros enormemente abultados, otros demasiado destapados, otros muy tapados…. jope hay que ver que imaginación tienen estos chicos de la moda, aunque pensándolo bien cada una somos únicas y diferentes, y algunos de aquellos vestidos serían para una novia preciosa y especial. Definitivamente no era mi día, y en un arrebato de rabieta de niña pequeña comencé a llorar, mis amigas se reían, serán brujas, ya les tocará a ellas.
Eso hizo que quisieran animarme invitándome a un buen cóctel, uum de esos que te tomas cien de lo ricos que están y cuando te levantas sientes que la cabeza te pesa más que a Stewie, el niño de padre de familia. Y efectivamente así pasó, dos brujas me secuestraron y el momento culminó con una mirada furtiva a un escaparate pequeño y discreto. ¡Si! Solté el vaso, me levanté y me fui hacia el diciendo dos palabras, Te encontré´. La tienda estaba cerrada, habíamos recorrido 150 km para que pudiera encontrar el vestido perfecto, y allí estaba, a través de un cristal esperándome, diciéndome, mírame y no me toques.
Todos sabemos que cuando nos ponemos cabezotas con algo, tic tac, una bomba acaba de ser conectada y solo hay una manera de desconectarla “consiguiendo lo que una quiere”, pues bien, ¡dicho y hecho!: Chicas, pasaremos la noche aquí hasta que abran así que id a por más bebida que nos va a hacer falta. Sisi, no me mireis con cara de loca …Ya queda mucho menos.
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