Cómo saber enfrentarte al cáncer de mama.
Extremeña y afincada en Talavera desde hace 28 años, vive por y para la música, todo para ella.
La vida es imprevisible, llevo 30 años viviendo de la música y los que me quedan… Porque para mi la música lo es todo. Hay personas que piensan que nunca les va a tocar. Un buen día en el año 2016 me levanté y me di cuenta de que tenía un bulto en el pecho derecho, fui al médico y confirmó lo que yo ya sabía, tenía cáncer.
“Y mi otoño se vistió de rosa”
De camino a casa ya iba pensando cómo organizarme con esta enfermedad. Han sido 3 años, según lo he vivido yo, no muy duros, como digo en mis charlas: “Y mi otoño se vistió de rosa”. He convivido con muchas compañeras y cada persona es un mundo, y lo vivimos de formas distintas en gran medida por nuestra personalidad.
En los coloquios que imparto intento trasladar mis vivencias de una forma real y porque no, de una forma divertida. Todos sabemos que algún día tenemos que irnos, pero de momento debemos resistir, que no luchar. Este planteamiento para mi ha sido el arma más importante, aunque yo creo que el cáncer, como el resto de las enfermedades está siempre ahí, así que no puedo decir que esté curada. No hay que pensarlo, pero hay que saber que es normal, pues la actitud no cura, pero ayuda.
He de decir que no es normal que una persona vaya a hacerse una radiografía bajo sospecha de cáncer de mama, y aún así tarden 48 días para realizarte una mamografía… Es un sinvivir, todo lo demás está bien organizado, pero esto no.
Tuve que hacerme las primeras pruebas por privado, mis hijas asumieron el pago y lo que tardaría 48 días estuvo en 3, es muy triste, el cáncer de mama viene a buscar a todas las mujeres, no solo a las que puedan pagarlo. Meses más tarde me operaron, tenemos en Talavera uno de los mejores equipos de cáncer de mama y lo agradezco.
“Es lamentable que tenga que llegar una enfermedad como esta para enseñarnos el sentido de la vida”
Luego empecé con la quimio, yo lo viví como «un perro tonto«, todos los días miraba donde tenía que ir y así hacía, me arreglaba, iba siempre con un pañuelo distinto, animando a todos mis compañeros de quimio, y sí, es muy duro y desagradable, pero como yo no estaba pendiente de mí, pues lo llevé con naturalidad y cuidando mi cuerpo. A mí el cáncer no me ha enseñado a vivir el momento, yo he vivido así siempre, es lamentable que tenga que llegar una enfermedad para enseñarnos el sentido de la vida.
Yo grabé en directo mi afeitado de cabeza en Facebook, y lo han visto más de 17.000 personas, perdí a mi madre por culpa del cáncer, mi madre se aferró tanto a su pelo que yo he hecho lo contrario, muchas mujeres lo pasan mal, pero hay que pensar que el pelo es lo único que se recupera, el pecho no… Los 3 primeros días me impactaba verme en el espejo, pero luego ya te acostumbras e incluso me veía mona.
Terminé mi tratamiento y de repente me incorporé al mundo, me sentí sola, ya estaba bien y no tenía a nadie pendiente de mí, no tenía mi rutina de trabajo, pues tuve que dejar muchas cosas atrás por el tratamiento, las asociaciones están ahí, pero sólo te enseñan cosas superficiales, maquillaje, pañuelos, pero no nos dicen qué tenemos que hacer cuando se sobrevive al cáncer, no hay un camino a seguir, nos encontramos solas y sin trabajo.
«Me reincorporé al mundo y me sentí sola»
¿Qué hay que hacer cuando se sobrevive al cáncer?
He llamado a todas las asociaciones de España para ofrecer mis charlas coloquios, todo el mundo quiere que vaya, pero sin cobrar, y ellos reciben muchas subvenciones, pero oiga, todos tenemos que comer, ¿quién paga la luz, el agua y demás? Yo siempre participo en todas las galas benéficas que puedo, pero tengo que vivir en esta vida que me han regalado. Mis hijas siempre están dispuestas a ayudar, pero yo tengo una enfermedad más grave que el cáncer, y se llama orgullo, dignidad y amor propio. Esto fue lo más duro de mi enfermedad y entonces me reinventé y aunque el proyecto ha resultado fabuloso, cuento cómo soy yo, cómo recibí la noticia, el tratamiento, me curó y ¿Ahora qué? En eso estoy, yo no quiero formar parte de asociaciones porque ya veo para lo que sirven, pero me siento en el deber de ayudar.
Nadie te cuenta que tendrás dolor y cansancio crónico de por vida, sigo dando conciertos, pocos porque tuve un parón que no me permitió seguir y tengo 60 años.
Hay cosas que nos enseñan que no nos aportan nada positivo, el miedo por ejemplo, hay que intentar llevar esto tan desagradable de la mejor forma posible, que es aburriendo al cáncer, dentro de nuestras posibilidades hay que seguir adelante. Recuerdo cuando les conté que tenía cáncer, lo hice a través de un mensaje de WhatsApp, no hay que dramatizar, simplemente hay que vivir y no dejar que la mente hunda tu ánimo.
