Juan Pedro Ayuso analiza el Electoralismo que sufre Talavera en la época actual
En Mayo de 2019 serán las próximas elecciones locales y regionales, y los partidos de siempre ya han empezado la campaña electoral.
Lo hemos visto con la universidad. Cada uno ha ido haciendo la guerra por su cuenta sin atender nuestra llamada a la unidad. PP recoge firmas cuando no implantó lo aprobado. PSOE juega sus bazas forzando un grado para engordar los logros de la nueva esperanza blanca de Page, Tita. Ganemos sigue a lo suyo proponiendo su carta a los reyes magos sin tener en cuenta lo que le dicen desde la propia universidad. Y al final, todo al olvido y Talavera igual o peor.
También se ve con la eterna promesa del AVE. Otra batalla política a la que el mayor experto de la ciudad en esas batallas, Jaime Ramos, critica. El PP hace valer su mayoría en el Senado para tumbar la propuesta del mismo Pacto por el Ferrocarril que firmó, foto incluida. El PSOE huele la sangre y pone a toda su maquinaria mediática para que no haya nadie que no sea consciente del penúltimo desprecio de un partido nacional hacia Talavera. Ganemos y Podemos se unen a la fiesta, faltaría más. En este caso no hay final porque es un AVE fénix que volverá a salir a la escena pública cuando menos lo esperemos.
Existen más y más cosas que todas conocemos y que no se nos olvidan: conservatorio; trasvase; ciudad del deporte, etc…
¡Cómo si no nos hubiéramos dado cuenta ya de ese eterno juego de la falsa promesa local y su incumplimiento posterior a nivel nacional o regional de todos los partidos sometidos al mandato superior de fuera de Talavera!
Hace mucho tiempo ya que la política en este país y en nuestra ciudad dejó de hacerse para mejorar las condiciones de vida de la población y se convirtió en electoralismo puro y duro con el único objetivo de perpetuar a los partidos políticos y a ciertas personas en las instituciones.
Personas que han decidido dedicarse a la política como profesión y que tienen que hacer lo que sea, plegarse ante quien sea, para mantener su puesto de trabajo y el sustento de sus hogares. Con la consiguiente separación de la realidad y de los intereses de la gente en favor de los suyos propios y de los de sus partidos.
El problema es que este electoralismo es lo que cala en la sociedad a través de los medios de comunicación, muchos veces subvencionados por esos mismos partidos, y a la hora de votar vuelven a salir los mismos pese a que sabemos que volverán a incumplir sus promesas, que volverán al manido juego del “y tú más”, y que seguirán anclados en sus dogmas ideológicos sin trabajar en propuestas de consenso.
Por eso se hace más necesario que nunca que seamos la gente de la calle la que nos organicemos al margen de esos partidos, de esos personajes políticos, y que dejemos de creernos a pies juntillas lo que nos quieren vender. Que exijamos nuestros derechos, que se cumplan los programas electorales, y que, en la medida de nuestras posibilidades y nuestras inquietudes, entremos en las instituciones para hacer POLÍTICA con mayúsculas desde la gente y para la gente.
Porque si se quiere se puede, y hoy más que nunca se debe, que dice una amiga..