La plaza del Salvador surgió con el fin de dejar un amplio espacio abierto, delante de la iglesia mudéjar, para conseguir la socialización de vecinos y parroquianos. Anteriormente, en este lugar se encontraba un recinto funerario destinado a ser el cementerio parroquial. Las primeras referencias a la plaza aparecen en el siglo XVIII, aunque se sabe que mucho tiempo atrás ya existía, pues el palacio que se atribuyó a Francisco de Aguirre tenía su puerta principal en dicha plaza, a la cual también daba el convento de la Madre de Dios.
En el siglo XIX la plaza fue adornada con árboles, principalmente acacias, y bancos en su perímetro. Aunque siempre ha estado relacionada con la parroquia del Salvador, el lugar ha tenido otros nombres. Así, en el siglo XVII aparece como plaza de los Monteros, al vivir allí la familia nobiliaria de Montero de Gaytán. En un documento posterior se la denomina como plazuela del Carbón o de los Monteros. En 1892, con motivo del cuarto centenario del descubrimiento de América, se renombró al lugar como plaza de Cristóbal Colón. En la plaza del Salvador, además de la iglesia mudéjar, se encuentra el colegio Juan Ramón Jiménez, un edificio que cuenta con un precioso patio en el que destaca una fuente de cerámica de Ruiz de Luna y Ginestal, conocido como “Patio de la Tortuga”, el cual merece varias visitas.