Los Jardines del Pado

Desde hace siglos el lugar donde actualmente están los Jardines del Prado fue un sitio de ocio y recreo que unía la ciudad con la ermita de la Virgen del Prado. En los planos ingleses de la Batalla de Talavera aparece el lugar con el nombre de “Gardens”, por lo que se deduce que a comienzos del siglo XIX se consideraba a la zona como jardines, aunque no es hasta 1864 cuando se trazan las primeras glorietas. En 1898 debido a la crisis estos jardines estuvieron a punto de desaparecer por unas ridículas medidas de ahorro.

Sin embargo, es ya en el siglo XX cuando se transforman en el lugar de recreo más representativo de Talavera.  En 1925 se proyecta el nuevo parque, bautizado como “de Alfonso XIII”. En este nuevo proyecto, Juan Ruiz de Luna diseña la monumental fuente de cerámica. El alcalde Justiniano López Brea y el ceramista Francisco Arroyo impulsaron el proyecto de dotar a Talavera de una emblemática zona verde. En este proyecto destacaron especialmente la aportación de Ruiz de Luna y las donaciones que hicieron el marqués de Mirasol y su hermana. Los jardines se transformaron en un hermoso parque de estilo francés, decorado con cerámica. Destacan monumentos como el de la Constitución y el Laurel del Centenario, plantado en 1909 para conmemorar los cien años de la Batalla de Talavera.