A comienzos de los años setenta pasaron algunos hechos cuanto menos extraños en Talavera, así se cuenta la historia del hombre que se arrojó contra el coche Citroën 11 Ligero matrícula B-71911 conducido por José Fernández Romero. El hombre salió ileso, y cuando le preguntaron el motivo por el que se había arrojado al coche, contestó: “El coche me ha llamado”.