Diario de una novia: Comienza la cuenta atrás

¡Si si, si y mil veces si! ¡Si, quiero casarme contigo! Por fin puedo gritarlo, voy a ser una mujer casada, es tan guapo…y le quiero tanto… Cuando era niña soñaba con este día, siempre me vi como cenicienta, deseando que llegara mi principie azul y colocara en mi pie el zapato que me llevaría hasta el altar. No soy cenicienta pero soy la mujer más afortunada del mundo.
Me lo pidió hace solo unos días, ese día yo estaba enfadada con el mundo y él como siempre lo cambió en un instante. Mientras dábamos un paseo con nuestros perros por la ronda sur, ¡se me arrodilló! Por un momento pensé que estaba atándose los cordones de las zapatillas, pero no, salió de su boca lo más bonito que he oído nunca: Prado, eres la mujer más increíble que he conocido, llevo años preguntándome que sería de mi sin ti, ¡Quieres casarte conmigo?
Madre mía, y ahora ¿que? Que es lo que tengo que hacer, tantos años de películas noñas para que llegue mi momento y me vuelva loca de remate. ¿Por donde empiezo?
Hoy se lo hemos contado a la familia, por supuesto mi madre ya se ha adjudicado todas las tareas, y mi suegra igual, ¡Por Dios que alguien me ayude! Que horror, solo llevo dos días y ya estoy estresada.
Creo que lo primero que voy hacer es apuntarme a un gimnasio, si eso está bien, tengo que estar perfecta, me han hablado de un gimnasio que se llama Spinworld, por lo visto imparten unas clases de spining que me van a dejar como una autentica modelo. Creo que en un año tiene que surgir efecto, ¡oh! Eso espero, tengo que ser la mejor novia del mundo.
Todo el mundo me aconseja, me dice que el tiempo pasa volando, que tengo que elegir todo ya que si la boda aquí o allá, pero ¡no! Señoras y señores, es mi boda y la voy a organizar yo misma. ¡Manos a la obra!
Tras un mes de de spining ya puedo decir que ¡Si! Tengo el culete más duro que antes, no me lo creo! Luis está alucinado, dice que cada año me lo va a pedir para que ponga las mismas ganas para ir al gimnasio, espero que no pase todo eso que dicen, que una vez que te casas te pones gorda y fea, yo no lo pienso permitir, voy a pasar de ser señorita a ser una señora interesante, con clase como Audrey Hepburn o Lizz Taylor o algunas de esas maravillosas mujeres con tanta elegancia.

Mis dos mejores amigas Jessica y Nuria están como locas, cuando éramos pequeñas yo siempre decía que el día de mi boda llevaría unos zapatos de color rosa, pues bien, ¡se han presentado con ellos! No me lo puedo creer, son ideales, preciosos, estupendos, son para mi… En ese momento sentí que el camino era cada vez más corto, ya tenia mis zapatos, esos zapatos que me llevarían dentro de un año a casarme con el hombre más estupendo, guapo, atento y maravilloso del mundo.

Lo más increíble es que yo, Prado una Talaverana de 27 años iba a ser su mujer, todos los días de mi vida.
Cosas pendientes: Vestido novia, lencería, complementos, lugar del evento, anillos, viaje, decoración de la boda, tratamientos estéticos, peluquería, maquillaje, invitaciones, música, la despedida, regalos para los invitados, fotógrafos… Flores no, porque tengo el sitio ideal, en Floristería Clio, mis buenos amigos Paqui y Javier, sabrán aconsejarme como nadie, aunque yo tengo claro lo que quiero, un bouquet de rosas rosas, es tan sofisticado y elegante, Una vez lo vi en una película y desde entonces me he imaginado con el.

¡Madre mía! ¿Todo esto? Uff…Bienvenidos a “El diario de una novia”