Muchas veces se nos olvida que no todo es trabajar, hay que saber pasarlo bien, disfrutar de la vida, de la familia y uno mismo. Como lo hace la gente en Carnaval… ¿Por qué no nos disfrazamos y salimos a la calle en señal de protesta para que Talavera sea una ciudad alegre y divertida?
Rompamos una lanza a favor del Carnaval. ¿Por qué? Porque es más nuestro, más castizo, más universal y al mismo tiempo menos comercial. También trata de disfrazarse y hacer un poco el tonto… como Halloween pero sin tener que comprar calabazas y cosas yanquis, que a lo tonto se va un dineral en artículos que suelen terminar en el cubo de la basura. Se puede hacer lo mismo, pero «a la española» (o brasileña, o italiana, o como nos apetezca, que el Carnaval es universal y diverso al mismo tiempo) y dura más, lo que siempre es de agradecer. Recordemos que el único motivo por el que no lo celebramos como se merece es por falta de publicidad, como es gratis no les interesa a las empresas… ¿No nos han metido con calzador el Black Friday? Y eso que es una fiesta de fuera y que se la han sacado de la manga unos grandes almacenes para que nos gastemos el dinero a lo tonto.
Lo bueno que tiene el Carnaval, desde el jueves anterior al miércoles de ceniza, es que supone seis días de permisividad, de pasarlo bien y de tomar las calles cantando y disfrutando de la vida… tal vez por eso nos ponemos máscaras, para que no nos reconozcan y podamos desfasar un poquito.
Desde el punto de vista histórico es una de las festividades más antiguas que se conocen, ya que desde la Edad Media tenemos constancia de que se celebraba el Carnaval (aunque algunos ponen su origen mucho más atrás en el tiempo), en el que casi todo valía, para soltar todo el estrés y los problemas del año antes de afrontar la cuaresma, haciendo de catarsis anual frente a la etapa más significativa de la religión cristiana. También venía bien para limpiar las neveras y tener una excusa para darse un capricho. Sólo por eso merece la pena retomarlo o darle la importancia que se merece.
Al contrario que otras fiestas, el Carnaval ha sido la más aceptada por todas las autoridades civiles y eclesiásticas… como si nos dijesen “que se relajen, hombre, que luego toca cuarenta días de ayunos y espiritualidad”. A la hora del colegio, además, coincide con una semana de esas “tontas” antes de empezar el último mes de la segunda evaluación, y los universitarios ya han terminado los exámenes (creo), así que no hay excusa que valga para que no celebremos a tope esta semana.
Además, como el Carnaval puede ser gratuito (no estás obligado a comprar chorradas de ningún tipo en las tiendas) y podemos disfrazarnos de cualquier cosa, ya que no hay temática concreta ni hay que estrenar disfraces, es la fiesta más aceptada por todo tipo de personas, ya que detrás de las máscaras y los disfraces puede estar cualquiera. Son fiestas para disfrutarlas en la calle, en feliz algarabía, y todos echamos en falta un buen desfile de Carnaval en Talavera.
Recordemos que el Carnaval empieza el Jueves de Lardero, que es el jueves anterior al miércoles de ceniza (comienzo de la Pascua). Ese jueves debe ser un día de banquete, ya que lardero viene de comer cerdo… así que ese día hay que acabar con media despensa. Luego tenemos seis días de festividad, claro que depende de dónde vivamos: hay centenares de lugares diferentes donde se celebran los días de Carnaval, aunque los más famosos fuera de España son Venecia, Roma y Río de Janeiro, donde el Carnaval es la fiesta más importante y esperada por toda la población. En España hay muchos sitios también que se abandonan a esta fiesta tan nuestra, destacando el Carnaval de Tenerife y los Carnavales de Cádiz, que hacen las delicias de todos los que han disfrutado de sus desfiles y chirigotas.
Por último, después de esos días de buena comida y baile salvaje, tenemos el entierro de la sardina, celebrado como un cortejo fúnebre el día antes del miércoles de ceniza, en el que se entierra la sardina y, en otros sitios, se quema un Judas o un holgazán, simbolizando la derrota de don Carnal por la señora Cuaresma, y una vuelta al orden y a la buen juicio, del Carnaval sólo quedará el buen recuerdo y el traje guardado en el armario.
Permitidnos estos consejos para disfrutar este año de un gran Carnaval:
- Recuerda que el disfraz es lo de menos. No hace falta que te gastes mucho dinero o que innoves: los trajes de carnaval italianos, los más antiguos y tradicionales del mundo, pasan de generación en generación, y lo componen poco más que una máscara y una capa.
- Organizad vuestro propio Carnaval: en vuestros colegios, asociaciones de vecinos. Recordad que el Carnaval es algo que depende de las personas. Igual que miles de talaveranos se reúnen en determinadas fechas, podemos hacer que el Carnaval se viva en la calle… pero con civismo, a ver si con tanto encapuchado gritando y cantando por la calle van a terminar llamando a la policía.
- ¡Aprovechad para viajar! Lo ideal sería irse a Río o a Canarias, pero si no os llega el presupuesto, hay montones de localidades que celebran el Carnaval a lo grande muy cerca de Talavera. Puede ser una ocasión maravillosa para conocer otros lugares y, tal vez, venir con nuevas ideas para que en un futuro Talavera sea famosa también por sus Carnavales.