Volver al gimnasio

Igual que a los niños con el colegio, a los mayores también nos toca “volver a empezar otra vez…” y como les pasa a ellos, para nosotros también puede ser una experiencia traumática. Cada vez nos cuesta más volver al trabajo, a clase, al gimnasio… Cuando dejamos de ir al gimnasio nada más empezar el verano, nuestro nivel de rendimiento era alto debido a que ya llevábamos unos meses acudiendo con regularidad. Por eso ahora, después de no habernos ejercitado durante un par de meses (o más) no debemos volver de golpe y pretender que nuestro nivel de entrenamiento esté a la misma altura que entonces. Empieza con ejercicios que no te supongan un esfuerzo inhumano y cuando veas que no puedes más para, ya irás cogiendo el ritmo, no hace falta que sea el primer día, porque además de tener unas agujetas inaguantables, puedes hacerte daño o llegar, incluso, a lesionarte. Lo ideal sería mantener este ritmo durante una semana, hasta que nuestro cuerpo se acostumbre.