Regurgitación en el bebé

Frecuente durante los seis primeros meses

La regurgitación es el reflujo simple del alimento que el bebé acaba de ingerir, desde el estómago a la boca, sin que él haga esfuerzo, y en pequeña cantidad (bocanadas).

Las regurgitaciones son frecuentes y habituales en el recién nacido durante los primeros 6 meses. Tanto si se alimenta con lactancia materna o como si lo hace con lactancia artificial (biberón).

Se debe normalmente a una inmadurez del sistema digestivo que es propia de la mayoría de los bebés. También se debe a que el bebé pasa la mayor parte del día acostado horizontalmente en su cuna o cochecito de paseo.

Aunque regurgite después de cada toma, si el bebé gana peso adecuadamente y no se encuentra molesto, no hay por qué preocuparse.

Es conveniente saber la frecuencia con la que regurgita, así como la consistencia de la regurgitación.

Si lo que expulsa el bebé es leche clara, ésta procederá de la parte más alta (la parte inicial) del estómago. Normalmente irá acompañada a la expulsión de gas.

Por otro lado, si el aspecto de lo que expulsa es parecido a la leche cortada – como si estuviera sin digerir, con trocitos pequeños y olor ácido – ésta vendrá de la parte final del estómago (la más cercana al píloro).

Su aspecto puede ayudar en el diagnostico de una posible patología.

Aunque sea algo habitual y benigno, las regurgitaciones ocasionan muchas molestias al bebé y considerable preocupación a sus padres. Suele mejorar poco a poco, pero hay que tener mucha paciencia.

También son muy frecuentes las regurgitaciones por acúmulo de gases. En el caso de ser muy continuo y molesto, acudir a un profesional sanitario especializado para que os ayude a solventar la situación y ayudar al bebé. Mediante la osteopatía visceral y más concretamente con el Método Rubio, se puede ayudar a reducir el tiempo de maduración y así también con sus molestias.

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