La Reina de Rumanía ante la Virgen del Prado

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En el año 1927, la pequeña localidad de Talavera, en España, se convirtió en el escenario de un momento histórico inolvidable. En ese año, un ilustre grupo de miembros de la realeza europea decidió hacer una parada inesperada en su viaje hacia Sevilla. La Reina María de Rumanía, acompañada de su hija, la Princesa Ileana, Don Alfonso de Orleáns y de Borbón, y la Infanta Doña Beatriz, eligieron la Ermita de Talavera como el lugar para rendir homenaje a la Virgen del Prado.

La Ermita de Talavera: Un Lugar de Devoción

La Ermita de Talavera es un santuario de gran importancia religiosa. La Virgen del Prado es la patrona de Talavera y es venerada con devoción por los habitantes de la región. La ermita, construida en el siglo XVII, es un lugar de oración y peregrinación, donde los fieles acuden para expresar sus deseos y agradecimientos.

La Realeza Europea en Talavera

La visita de la Reina María de Rumanía, la Princesa Ileana, Don Alfonso de Orleáns y de Borbón, y la Infanta Doña Beatriz a la Ermita de Talavera no pasó desapercibida. La comunidad local se sintió honrada y emocionada por la presencia de estos distinguidos invitados, quienes habían decidido hacer un alto en su camino hacia Sevilla para rendir homenaje a la Virgen del Prado.

Un Acto de Fe y Devoción

El acto fue un verdadero testimonio de fe y devoción. La Reina María de Rumanía, junto a su hija y los demás miembros de la realeza, se postraron ante la imagen de la Virgen, demostrando su respeto y admiración. La sencillez y la humildad con las que se llevaron a cabo estos actos emocionaron a los presentes y conmovieron a la comunidad local.

Un Vínculo Eterno con Talavera

La visita de la realeza europea dejó una huella imborrable en la memoria de los habitantes de Talavera. Este evento histórico reforzó el vínculo entre la comunidad y la Virgen del Prado, así como la importancia de la ermita como lugar de peregrinación. La devoción a la Virgen continuó creciendo, y la historia de la visita real se convirtió en una parte esencial del legado cultural de Talavera.

 

Por David Fernández García. Licenciado en Geografía e Historia. Amante de Talavera y de sus raíces. Promotor Turístico.
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