En 1984 el Puente Viejo o de Santa Catalina, llamado comúnmente Romano, estuvo en peligro de desaparecer, pues las autoridades madrileñas aconsejaron al alcalde de Talavera, D. Pablo Tello, que lo destruyera volándolo con dinamita. El edil talaverano se negó a tal barbaridad y, en febrero de ese año, concedió una entrevista a la prensa local para hablar de su reparación.
Menos de un minuto