El malagueño Pablo Picasso cuando tuvo que pintar el Guernica no encontró la inspiración adecuada, por lo que ante la falta de tiempo, decidió reutilizar una obra que ya había realizado y que representaba la muerte del torero Joselito en Talavera en 1920. Por eso en la obra, en pleno bombardeo de la ciudad, aparece un toro y el caballo de un picador.
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