La música jazz volvió a tomar el corazón de Talavera de la Reina entre los días 18 y 26 de julio, y lo hizo por todo lo alto. La vigésimo tercera edición del Festival Internacional de Jazz ‘Ciudad de Talavera’ ha concluido dejando cifras de récord, una Plaza del Pan abarrotada cada noche y el respaldo entusiasta de más de 10.000 asistentes que han disfrutado de un evento ya consolidado como uno de los referentes culturales de la ciudad.
El presidente del OAL de Cultura del Ayuntamiento de Talavera, Enrique Etayo, ha mostrado su “gran satisfacción” por el desarrollo del festival:
Estamos muy contentos, es sorprendente ver la cantidad de público que ha participado en esta última edición. Enrique Etayo
El evento no sólo ha contado con una afluencia masiva, sino que ha logrado atraer a público procedente de diferentes puntos del país, posicionando a Talavera como un enclave jazzístico de referencia.
Un escenario principal vibrante y lleno cada noche
La Plaza del Pan, convertida durante una semana en epicentro cultural y musical, fue el escenario principal del festival. Según ha detallado Etayo, la Plaza del Pan ha contado con una media diaria de 1.000 personas, una cifra que se ha visto reflejada también en el incremento de infraestructuras habilitadas para el público. En concreto, se han duplicado de 300 a 600 sillas para el público asistente, en previsión del aumento de participación.
El festival, organizado por la Asociación Cultural Always Elvis en colaboración con el Ayuntamiento, ha contado una vez más con la implicación directa de su presidente, Benedicto Tapetado, quien no ha escatimado elogios hacia la implicación de todas las partes involucradas:
Ha sido una edición maravillosa, ha acudido mucha más gente que en anteriores ediciones, el tiempo ha acompañado, la gente se lo ha pasado muy bien.Benedicto Tapetado
Pero más allá del éxito cuantitativo, desde la organización se ha hecho especial hincapié en la calidad artística del cartel de esta XXIII edición. El propio Etayo lo ha subrayado afirmando que:
La gente se ha volcado en esta edición y es algo de agradecer. Enrique Etayo
Más de 27 actividades que hacen del festival una experiencia única
Uno de los aspectos que más ha contribuido al valor diferencial del Festival Internacional de Jazz ‘Ciudad de Talavera’ ha sido, sin duda, su programación paralela. En este sentido, Tapetado ha señalado que se han desarrollado más de 27 actividades en paralelo a los conciertos, consolidando así un formato multidisciplinar que va más allá de los recitales nocturnos. Talleres, encuentros musicales, actividades infantiles, exposiciones y actuaciones en diferentes rincones de la ciudad han conformado una experiencia cultural completa.
Según el propio Tapetado, este conjunto de propuestas hace que:
El Festival sea único, original y situado entre los mejores, por ello hacemos una valoración muy interesante y positiva, algo que nos exige estar intranquilos porque queremos ir a más, hay que dar un paso más.Benedicto Tapetado
Estas palabras dejan entrever la ambición y el compromiso de la organización por seguir elevando el nivel del festival en futuras ediciones.
Una de las reflexiones más relevantes aportadas por Tapetado durante la rueda de prensa ha sido su firme creencia en el valor estratégico del festival para Talavera, no sólo en el plano cultural, sino también en el turístico y de marca ciudad.
Quizá sea la actividad fuera de las Mondas más importante y que pueda vender la marca Talavera fuera de nuestra ciudad.Benedicto Tapetado
Cultura, ciudad y futuro: un festival que no deja de crecer
Con una trayectoria que ya suma más de dos décadas, el Festival Internacional de Jazz ‘Ciudad de Talavera’ se confirma como una de las grandes citas del verano en Castilla-La Mancha. La simbiosis entre tradición cultural, talento artístico, participación ciudadana y compromiso institucional ha hecho de esta XXIII edición una muestra viva de lo que la música puede lograr: llenar de emoción, vida y ritmo las calles de una ciudad.
Talavera se despidió del festival con el eco de los últimos acordes flotando en el aire de la Plaza del Pan, pero también con la certeza de que la cultura, cuando se hace con pasión y calidad, tiene el poder de transformar ciudades. Y esta edición ha dejado claro que el jazz en Talavera no solo suena… también late.
