Barrio del Paredón

El barrio del Paredón de los frailes se encuentra situado en la margen izquierda del río Tajo. Debe su nombre al azud o pared que habían construido los frailes jerónimos del Monasterio de Santa Catalina en el cauce del río para elevar el agua del Tajo y derivarla hasta los Molinos de Abajo, patrimonio de los religiosos, igual que otras muchas propiedades y es que estos frailes eran una de las instituciones más ricas, hasta el punto de que sus posesiones en toda la comarca eran superiores a los otros dos grandes cenobios jerónimos, el de Guadalupe y el Escorial.

Este hecho contradice el rumor de que la zona del Paredón debe su nombre a que fue, durante la Guerra Civil, un lugar de ejecuciones, lo que no se ajusta a la realidad. A finales de los años sesenta surge la necesidad de ampliar la ciudad de Talavera de la Reina y es cuando se crea en la margen izquierda del río un barrio residencial, justo en un lugar lleno de graveras que sacan las arenas del Tajo, así como en un antiguo vertedero donde se quemaba a los animales muertos y se arrojaba toda clase de residuos.

DEBE SU NOMBRE A LA PARED CONSTRUÍDA POR LOS FRAILES DEL MONASTERIO DE SANTA CATALINA

Las calles de esta nueva barriada son denominadas con personajes y lugares de la inmortal obra de Miguel de Cervantes “El Quijote”, lo que no deja de ser curioso, puesto que los antepasados del celebérrimo escritor eran originarios de Talavera, destacando Ruy Díaz de Cervantes y, sobre todo, su hijo Pedro de Cervantes, el cual desempeñó cargos de responsabilidad en la ciudad en tiempos de los Reyes Católicos y fue responsable de crear el municipio de La Pueblanueva.

Otras calles de este barrio llevan el nombre de lo que fueron antes de convertirse en la zona residencial actual, como es el caso de la calle Arenas, debido a las graveras, o la calle Quemadero, que era donde se encontraba el mencionado quemadero de animales y vertedero. Hace varios años los vecinos del barrio frustrados por el abandono que ofrecía dicho barrio, donde las calles carecían de asfalto, existían zonas de acampadas incontroladas, escasez de farmacias y comercios,w se manifestaron en contra del ayuntamiento para cambiar esta situación y adaptar el barrio a todas las necesidades que éste tenía. Actualmente el barrio lo integran unas 650 personas, de las que 400 son gitanos, que habitan en su mayoría unas viviendas sociales construidas en la época del alcalde socialista Pablo Tello en una zona inundable hasta las obras de defensa realizadas hace varios años, que acabaron también con otros problemas derivados de la proximidad del río.