Felipe Sanz “El Tío Caracas” era un gran cómico taurino. Un día del año 1956 estaba El Tío Caracas en un café donde se suscitó una discusión sobre toros, ya que un sevillano hacía grandes elogios de un torero andaluz. El Tío Caracas se levantó y dijo al sevillano: “Lo que ese torero hace, también lo hago yo” y se fue. El sevillano le despreció sin saber quién era y, cuando alguien le dijo que se trataba de un cómico torero, el sevillano contestó: “En el mundo sólo hay dos grandes de ese toreo: el Bombero Torero y ese otro al que dicen el Tío Carocas o Caracas”.
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