El 18 de junio de 1957 el muchacho Nicolás Ballesteros Gómez, de tan sólo 15 años, se bañaba en el río Tajo entre el Puente de Hierro y la zona de “El Canapé” cuando apareció ahogado. Al parecer el infortunado muchacho que vivía en la zona de Valdellozo intentó cruzar el río, desapareciendo entre sus aguas.