El Ayuntamiento de Talavera ha sido escenario este martes del firme respaldo del alcalde, José Julián Gregorio, a la Plataforma ‘Sí a Almaraz, Sí al futuro’, en un momento crítico para el porvenir de la central nuclear ubicada en la vecina comunidad de Extremadura. El Gobierno nacional ha confirmado su intención de cerrar la planta en 2027, una decisión que, según advierten desde distintas entidades políticas y sociales, tendría un severo impacto económico y social en todo el país.
Durante el encuentro, Gregorio ha recibido en el Consistorio a una veintena de representantes de la plataforma, entre ellos el presidente de la misma y alcalde de Belvís de Monroy, Fernando Sánchez, el alcalde de Navalmoral de la Mata, Enrique Hueso, y el concejal de Almaraz, Emeterio Alcón. La reunión ha servido para visibilizar el apoyo institucional de Talavera ante un problema que trasciende fronteras autonómicas.
Moción en contra del cierre de la central nuclear de Almaraz
En ese marco, el alcalde ha anunciado una acción política inmediata: En el próximo Pleno se debatirá una moción que ha presentado el Grupo Municipal Popular para mostrar su rechazo al cierre de esta nuclear. Esta moción representa una alineación clara con las acciones promovidas desde Extremadura, que buscan revertir el plan del Gobierno central. Las cifras son contundentes: 435 millones de euros de impacto económico anual y más de 30.000 empleos en riesgo en todo el país.
Además, Gregorio ha subrayado la singularidad del consenso político y social en torno a esta causa en Extremadura. Y ha insistido en que el cierre afectaría también de forma directa a Talavera, dado que muchos trabajadores de la ciudad dependen de esta infraestructura.
Uno de los puntos críticos que ha remarcado el regidor ha sido el vínculo entre la continuidad de la central y el desarrollo tecnológico de Talavera. Según explicó, está prevista la instalación de un gran centro de datos, cuya operatividad dependería directamente del suministro energético que proporciona la planta nuclear.
Gregorio ha defendido una posición de unidad, responsabilidad institucional y previsión a largo plazo. La posibilidad de que otras centrales como Trillo o Cofrentes también se vean afectadas pone en alerta a Castilla-La Mancha. El alcalde ha insistido en que estos cierres no solo implicarían una pérdida de infraestructura energética clave, sino también un duro golpe para la economía regional y nacional.
Talavera como etapa clave antes de Madrid
El portavoz de la plataforma, Fernando Castilla, ha explicado que Talavera ha sido una parada estratégica en la agenda de reivindicación nacional, antes de desplazarse a Madrid. Allí mantendrán reuniones con organismos clave como la junta de administración de la central, la presidencia de Enresa y el Ministerio para la Transición Ecológica.
Castilla ha sido especialmente claro al definir el cierre como «un auténtico error». La defensa de la central no sólo está basada en lo económico, sino también en la fijación de población en zonas rurales y en la estabilidad del sistema energético español.
La lucha continúa
Lejos de tratarse de una acción puntual, la Plataforma ha organizado un calendario de protestas continuadas, que incluye desde manifestaciones y apagones simbólicos hasta acciones en el Parlamento Europeo. Talavera ha demostrado ser una aliada firme en esta causa, sumándose a cada una de estas iniciativas.
La frase con la que se cierra esta etapa lo resume todo: “No vamos a parar, no nos resignamos.”
Un mensaje que resuena más allá de Almaraz, porque el debate sobre el cierre no sólo afecta a una región, sino que pone sobre la mesa el futuro energético, laboral y territorial de todo el país.
