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Intolerancia a la lactosa en el bebé

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Un problema muy frecuente

La intolerancia a la lactosa es un trastorno alimentario muy frecuente en el bebé y en el cual se ve afectado el aparato digestivo.

El bebé es incapaz de digerir la lactosa (el azúcar de la leche) y se producen alteraciones a nivel del intestino. En el recién nacido la capacidad de digerir la lactosa en ocasiones está disminuida debido a la falta de una enzima llamada lactasa (que es la que convierte la lactosa en glucosa y galactosa).

Cuando el bebé toma lactosa, a través de la lactancia materna o artificial, su cuerpo reacciona de la siguiente manera:

Existen varios grados de intolerancia a la lactosa que van desde leves molestias abdominales hasta las que producen una diarrea con dolor intenso e irritación de la piel perianal.

La intolerancia a la lactosa es uno de los problemas que puede originar cólico del lactante en algunos bebés. Por eso es importante acudir a un sanitario especialista que sepa identificar este problema. Debido a que en algunas ocasiones, un tipo concreto de Alergia a la Proteína de la vaca, la denominada «no mediada por IgE», puede presentar síntomas digestivos muy similares a los de la intolerancia a la lactosa. De ahí que haya equívocos y retrasos en su diagnóstico, con los consiguientes problemas de alimentación, alteración del sueño y llanto del bebé.

Por eso es importante conocer las diferencias y saber qué: se pueden emplear métodos de diagnóstico y tratamiento no invasivos para ese tipo de molestias del bebé típicas de los primeros meses.

En próximos artículos seguiremos proporcionando información interesante sobre tu recién nacido

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