En julio de 1967 un alumno de la Auto-Escuela hacía prácticas de conducir en la pista de aprendizaje y, al querer tomar una curva, entró demasiado fuerte y, a causa de un desnivel, acabó en el río. Dio tres vueltas de campana, pero afortunadamente el conductor resultó ileso. El coche fue sacado del agua con varios desperfectos.