Carlos García-Verdugo Menoyo, nacido en Santa Cruz de la Zarza en 1889, dejó una huella imborrable en la historia educativa de Talavera de la Reina. Aunque sus orígenes estaban en otra localidad, su vínculo con Talavera comenzó en 1918, cuando se estableció allí y comenzó su carrera como profesor de ciencias en el Instituto Fernando de Rojas, que en ese entonces se encontraba en la emblemática Plaza del Pan.
Su pasión por la enseñanza y su compromiso con la educación fueron evidentes a lo largo de toda su vida. Sin embargo, tras la Guerra Civil, la situación educativa en España cambió drásticamente. El gobierno decidió suprimir los institutos en las ciudades que no fueran capitales de provincia, lo que afectó directamente al Instituto Fernando de Rojas. Lejos de rendirse ante esta situación, Carlos García Verdugo tomó la iniciativa y fundó el Colegio Cervantes, un nuevo centro educativo que ocupó el lugar donde antes se encontraba el antiguo instituto. Esta decisión demostró no solo su tenacidad, sino también su firme creencia en la importancia de la educación como motor de progreso.
Su labor no pasó desapercibida. En 1958, recibió la Cruz de Alfonso X el Sabio, un prestigioso reconocimiento que valoraba sus 55 años de dedicación a la enseñanza. Este galardón fue un reflejo de su incansable trabajo y de su compromiso con la formación de varias generaciones de talaveranos.
Carlos García Verdugo falleció en 1965, pero su legado en la educación de Talavera perdura hasta el día de hoy. Su esfuerzo por mantener viva la enseñanza en tiempos difíciles y su visión para crear una institución educativa nueva lo convirtieron en un pionero y referente en el ámbito pedagógico de la ciudad. A través del Colegio Cervantes y su dedicación por la eseñanza, sigue siendo recordado como una figura clave en la historia de la educación local.
