Todos conocemos la frase «estar como en casa», una frase fija que usamos cuando estamos en un lugar cómodo como nuestra propia casa. Es decir, solo dándoles paz, tranquilidad y comodidad a las personas se les puede llamar hogar. Algo que se puede potenciar instalando una alarma, así como un seguro de hogar.
Motivos para instalar una vivienda
El hecho es que generalmente se cree que nunca nos robarán hasta que alguien se cuela en nuestra casa y ya es demasiado tarde. En este momento, es más conveniente tener un sistema de alarma. Este es un dispositivo especialmente recomendado para personas que viajan con frecuencia o están fuera de casa la mayor parte del día. Sí, porque los delincuentes solo necesitan observar durante unos días para determinar si hay alguien en la casa.
Sin embargo, para muchos de ellos, alguien en la casa en el momento del crimen no es un obstáculo, por lo que la alarma puede ser la única razón para que cambien de opinión. Es decir, así como estamos dispuestos a gastar más dinero para elegir la puerta que transmita seguridad, haremos lo mismo con este sistema, que puede tener muchos tipos.
Además, si tu casa tiene instalado un sistema de alarma, verás que el precio de tu póliza de seguro te saldrá más económico. Las entidades ofrecen descuentos en seguros contra robos porque creen que las casas protegidas tienen muchas menos probabilidades de ser robadas que las casas sin estos sistemas.
Consejos para elegir la mejor alarma
Los avances en tecnología nos permiten disfrutar cada día de alertas más seguras y fiables. En esta guía, nos centramos en las alarmas antirrobo.
Volviendo a nuestra preocupación, en el mundo de las alarmas de seguridad, existen tres tipos: ficticios, sin centralita, o con centralita. La primera, también conocida como alarma disuasoria, es simplemente pretender tener un sistema de seguridad instalado en el hogar, cuando en realidad es solo un objeto de carga de baterías que finge ser una cámara de seguridad.
No hace falta decir que este sistema no se recomienda en absoluto porque no es muy eficaz y es posible que los delincuentes ya sepan distinguir entre alarmas ficticias y alarmas reales. Aun así, sigue siendo la opción más barata.
Por otro lado, una alarma sin centralita también se denomina alarma sonora. Esto se debe a que cuando el sensor instalado en el hogar capta algo inusual, emite un sonido de 100 a 120 decibelios. Si bien son simples, son muy efectivos: el sonido puede ahuyentar a los ladrones y al mismo tiempo advertir a los vecinos de que hay un problema, lo que hará que avisen a la policía. La alarma puede equiparse con varios sensores como prevención de daños, apertura, movimiento, etc.
Además de hacer sonar una alarma, los sistemas conectados con una centralita, notifican de inmediato a la policía o agencia de seguridad privada. Puede agregar una gran cantidad de accesorios a estos, como cámaras de vigilancia o sensores de infrarrojos. Además, se pueden utilizar como centros domóticos, a través de los cuales podemos bajar o subir la temperatura, encender las luces o bajar las persianas.
Esto puede parecer una tontería, y es muy útil cuando salimos de casa solos por vacaciones o por otros motivos, porque podemos controlar todos estos elementos de la casa con nuestro teléfono móvil. La luz advertirá al criminal que hay alguien adentro. Son completos, fiables y ofrecen más posibilidades que cualquier otro producto. Antes de instalar el sistema de seguridad, podemos evaluar fácilmente la casa para determinar qué puntos son más vulnerables al ataque y qué puntos serán los puntos que decidamos fortalecer. Las alarmas se pueden complementar con otros sistemas de seguridad, como lectores de llaves y detectores perimetrales.
La alarma y el seguro del hogar
Como ya hemos comentado, la presencia de alarmas domiciliarias reduce el precio del seguro antirrobo en los seguros de hogar. Ahora bien, es importante tener en cuenta que si sufrimos y la alarma no se activa en el mismo momento en que se produce la entrada -ya sea por confusión u otros motivos- la aseguradora no correrá con el coste. la empresa pensará que el reclamo se debe a la negligencia del cliente y no existe la obligación de proporcionar una suscripción.
Por tanto, si eres una persona olvidadiza, o tienes la mala costumbre de salir de casa sin levantar la alarma, entonces lo mejor es no incluir el hecho de que tienes un sistema de seguridad en tu póliza de seguro. Precisamente para beneficiarse de ese pequeño descuento (puedes ahorrar unos 30 euros al año), no vale el riesgo de que la alarma no se active durante el atraco. Por otro lado, si eres cauteloso y te aseguras de que la alarma esté siempre conectada, no hay problema en informar al seguro que tienes alarma.
