En el año 918 Talavera era una villa musulmana llamada Medina Talabayra. Ese año Ordoño II, rey de León y de Galicia, hizo una campaña por tierras sarracenas y dirigió sus armas hacia Talavera, entrando en la ciudad, a la que arrasó e incendió. El gobernador musulmán fue hecho prisionero por el rey y la villa quedó despoblada. El ataque fue especialmente duro para una villa que unos años antes, en el 911, había sido saqueada por el rey don García de León.