Este mes hablamos sobre el riego de nuestras plantas, os ofrecemos unos consejos para hacerlo correctamente.
La tarea de regar nuestras plantas puede parecer un trabajo sencillo a primera vista, pero es algo más complejo de lo que parece, sobre todo si no sigues unas pautas. Todo el mundo hemos regado en exceso nuestras plantas con el pensamiento de que así van a comer más y se van a hacer más grandes, y lo único que conseguimos es dañar a la planta, su sistema radicular e incluso crearle hongos en las raíces.
No hay un número de días en concreto entre riego y riego establecido. Dependerá mucho del sustrato usado, la maceta, condiciones climatológicas, cantidad de agua, etc.
Para regar correctamente tus plantas debes de mojar el sustrato de agua o mezcla de nutrientes pero sin encharcarlo, y esperar a que se seque el sustrato para el próximo riego.
Cantidad de riego
Sobre la cantidad de agua, también es relativa, en crecimiento necesitan menos agua que cuando están en floración. Lo recomendable es ir aumentando la cantidad de agua en vez de la frecuencia entre riegos conforme ellas te lo vayan pidiendo.
En el caso de no regar lo suficiente, la tierra o el sustrato se comprime dejando huecos sin tierra alrededor de la maceta. Esto sucede porque se ha comprimido la tierra y gran parte de los materiales que contiene el sustrato pierden parte de sus propiedades físicas y estos se vuelven impermeables.
A continuación te ofrecemos unos consejos básicos sobre riego.
- Riega lentamente, incluso varias veces por maceta si es necesario. Así conseguirás que el agua que eches moje realmente el sustrato y no se escape por los bordes.
- Intenta no remover demasiado el sustrato ni hacer agujeros al echar el agua. Hazlo poco a poco para evitar que el sustrato se apelmace. Las regaderas vienen muy bien para esto.
- Riega tus plantas a últimas horas de la tarde, cuando el sol ya no caliente tanto, no queremos cocer las raíces.
- Usa agua templada para el riego 18-22ºC, valores más fríos o calientes podrían dañar las raíces de nuestras plantas.
- Nunca riegues por debajo, con plato o sumergiendo la maceta en agua. Riega por arriba y deja que la gravedad haga su trabajo.
- Cuando hacemos el riego a nuestras plantas, recuerda que hay que regar la tierra o sustrato, no el tallo de la planta.
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