Fernando de Llanes fue un caballero natural de Ávila. Obtuvo el cargo de gobernador de Talavera a finales del siglo XI, reemplazando a Sancho del Carpio, a quien Raimundo de Borgoña, yerno del rey Alfonso VI de Castilla había ordenado decapitar en castigo al no impedir que los musulmanes entraran en Talavera para saquearla.