En huelga de hambre

Dionisio González Otero, Presidente de la OID, nos cuenta como ha luchado nuevamente por los derechos para la Organización

Dionisio González Otero, Presidente de la Organización Impulsora del Discapacitado, nos cuenta desde su sede en Talavera como ha luchado nuevamente por los derechos para la Organización que preside como protesta por «el intento de acoso y derribo que sufre la OID por el monopolio del juego, de la ONCE, y del Gobierno de turno con su interés por mantener el monopolio de esta». Tras un año de campaña de desprestigio hacia la OID, declarando su ilegalidad en un conocido programa televisivo que focaliza sus contenidos en la delincuencia criminal, la imagen que han querido proyectar de la OID dista mucho de la realidad de esta, pues el objetivo de OID es generar empleo para personas con discapacidad, independientemente de cual sea esta afección. La huelga de 300 horas de duración se llevó a cabo en las instalaciones centrales que la organización tiene en el polígono de Torrehierro, y fue interrumpida debido al estado de salud que presentaban algunos familiares que decidieron secundar su iniciativa.

«La OID hace una gran labor social, enmarcada en la integración laboral, social, política, cultural y deportiva, como es generar empleo entre las personas discapacitadas»

González Otero asegura que tomó la decisión el pasado 3 de diciembre, Día Internacional de la Discapacidad, y poco antes de iniciarse una campaña electoral «en la que los derechos de los discapacitados brillan por su ausencia». Precisamente durante esta quincena de campaña electoral, González Otero ha querido llamar la atención de todos los partidos políticos «contra una Ley del Juego discriminatoria» y el derecho de la OID a vender un boleto «que 134 sentencias judiciales han considerado legal», continua, «La ley del Juego española otorga el Monopolio a ONCE y necesita ser reformada, puesto que la Ley Europea prohíbe los monopolios, entonces los ilegales no somos nosotros».

El presidente recuerda que fue hace ya 27 años, cuando pusieron en marcha su actividad, «una gran labor social, enmarcada en la integración laboral, social, política, cultural y deportiva, como era generar empleo entre las personas con algún tipo de discapacidad», indica, y desde entonces, añade, están buscando la legalización. El pasado 2015 ha sido especialmente duro para el colectivo por lo que consideran «una campaña de desprestigio dirigida desde la ONCE contra sus 4.000 trabajadores y todas sus familias». Por ello, y después de solicitar el diálogo con diferentes organismos del Estado para solicitar la reforma de la actual Ley del Juego y no obtener respuesta, Dionisio González ha optado por la medida más radical.

«El año pasado considero que hemos sufrido una campaña de desprestigio contra los 4.000 empleados que trabajan en la Organización y todas sus familias»

El presidente de la OID recuerda que su empresa cumple religiosamente con sus responsabilidades fiscales, el juego está legalizado y despenalizado desde 1977 pero «ningún Gobierno se atreve a eliminar el monopolio de la ONCE, que apoya únicamente a los invidentes, una minoría entre los discapacitados» continua, «En lo que va de año hemos aportado 6.000.000€ a las arcas del estado entre Seguridad y Social e IRPF ¡y sólo nos tienen reconocidos a la plantilla administrativa! a los vendedores no nos dejan tenerlos». Decidido Dionisio finalmente nos despide «No hemos ganado el partido pero la liga sigue, y lo que no ganemos en España lo ganaremos en Europa, iremos donde tengamos que ir y donde haga falta. Ellos tienen mucho poder pero ninguna razón y nosotros no tenemos tanto poder pero tenemos la fuerza de la verdad, no nos la van a callar».