Allegro Coach te dice cómo hacerlo
La motivación personal
La motivación es un estado emocional muy valorado tanto por las personas como por las empresas, debido a la gran influencia que tiene sobre el logro de objetivos, el rendimiento y la satisfacción personal. Hay personas que parecen estar siempre motivadas. Pero… ¿Qué tienen estas personas? ¿Qué hacen diferente? ¿Por qué una persona está motivada y otra no, en situaciones idénticas? Necesitamos sentirnos motivados para hacer las cosas con excelencia, pero sobre todo para sentirnos bien. ¿De qué depende entonces nuestra motivación? Y más importante aún ¿de quién depende? Si lo que estamos haciendo no nos motiva… ¿Qué podemos hacer diferente para estar motivados? ¿Podemos motivarnos nosotros mismos? La respuesta a estas preguntas está en una buena gestión de nuestras competencias emocionales.
Desde dentro
Es el verdadero motor de nuestra motivación. Nos impulsa a hacer lo que queremos y, por tanto, a la autorrealización. Sería maravilloso si naciéramos con toda la paciencia, el impulso o la habilidad necesaria para lograr nuestras metas o completar un proyecto a largo plazo, pero no es así. La automotivación o capacidad interior para mantener el ánimo, la perseverancia y el optimismo ante la adversidad, no es innata, sino un aprendizaje que se adquiere mediante entrenamiento.
Desde fuera
A nivel externo, la recompensa, el reconocimiento de los demás y las influencias positivas también juegan un papel importante en nuestra motivación. Sin embargo tienen un efecto más limitado en el tiempo, pues aunque en un primer momento los agradecemos, al poco, estos premios y estimuladores externos dejan de potenciar nuestro compromiso individual y la mayoría terminamos aceptándolos pensando que nos pertenecen porque los merecemos.
Aceptar
Si queremos ser los “protagonistas” de nuestra vida (y no las “víctimas”), el primer paso es aceptar nuestra realidad, sin conformismos, aprendiendo de los errores y buscando los recursos necesarios para perseverar. Así generamos vitalidad y confianza en nosotros mismos.
Sentido a la vida
Tenemos libertad para elegir. Las circunstancias condicionan (y mucho) nuestro comportamiento, pero no lo determinan. Somos libres y tenemos la necesidad de dar sentido a lo que hacemos. Cuando encontramos EL ¿PARA QUÉ?, convertimos nuestra tragedia en triunfo personal.
Pensar positivamente
Regular la impulsividad y tolerar la frustración nos ayuda a prevenir estados emocionales negativos, como el estrés, la ansiedad y la depresión. Tener ilusiones y adoptar una actitud positiva ante los problemas (se pueden solucionar o evitar) nos motiva y nos hace estar felices con nosotros mismos y nuestro entorno: amamos más, valoramos más, comprendemos más, sentimos más, hablamos de lo que nos resulta agradable…
Visualizar
A través de la visualización podemos experimentar de manera voluntaria y consciente emociones positivas como la alegría, el amor, la capacidad de fluir y de disfrutar la vida. Estos viajes imaginarios hacia nuestro propio interior, en estado de relajación, aumentan nuestro deseo de conseguir objetivos, mejoran nuestra concentración y hacen que aprendamos a transformar aspectos de nosotros mismos.
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