Agua de Zarquillos, una reliquia de los años 70

Durante los vibrantes años setenta, la prensa local de Talavera de la Reina se adornaba con encantadores anuncios que proclamaban las virtudes del «Agua de Zarquillos», una joya local que prometía beneficios tanto para jóvenes como para mayores. Este manantial, ubicado en «El Chaparral», se destacaba por la calidad excepcional de sus aguas, famosas por su tonalidad azulada y sus propiedades medicinales.

La fuente de la salud: «Agua de Zarquillos» y su manantial en «El Chaparral»

«Agua de Zarquillos» era más que una simple bebida; era un símbolo de salud y bienestar para la comunidad talaverana. Situado en la finca de Antonio García, conocido como «El Largo», este manantial era un tesoro local, cuya fama trascendía las fronteras de la ciudad. Sus aguas, de un azul cristalino, eran buscadas por sus propiedades curativas y revitalizantes, convirtiendo a «El Chaparral» en un destino popular para aquellos en busca de alivio y rejuvenecimiento.

Una tragedia inesperada: El trágico destino de Pedro Retana

Sin embargo, la historia de «Agua de Zarquillos» está marcada por una tragedia inesperada. Pedro Retana, empleado de la finca, encontró un destino fatal al caer en uno de los pozos de «El Chaparral», dejando un vacío irreparable en la comunidad y arrojando una sombra sobre este idílico rincón de Talavera de la Reina.

 

Por David Fernández García. Licenciado en Geografía e Historia. Amante de Talavera y de sus raíces. Promotor Turístico.
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